Dar palmaditas en el hombro de otra persona es común en las interacciones sociales. El significado de este gesto depende altamente del contexto. Quién lo hace y cuándo determina lo que significa.
En este artículo, exploraremos todos los posibles significados del gesto de lenguaje corporal ‘palmadita en el hombro’. Después de eso, discutiremos el significado de un gesto relacionado cercano de ‘descansar la mano en el hombro de alguien’.
Palmadita en el Hombro
Un hombro de una persona puede ser palmado desde el frente, detrás o de lado. Frontal y detrás son más comunes que de lado. Veamos los posibles significados detrás de este gesto:
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Llamar la atención
Si alguien no te está mirando, darle palmaditas en la cabeza para llamar su atención sería extraño y demasiado agresivo, aunque exitoso para obtener su atención.Así que hacemos lo siguiente mejor: les damos palmaditas en el hombro. Este es el significado más simple de este gesto. A veces, las personas tocan los hombros de otros solo para llamar su atención.
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Pedir a alguien que se retire
Imagina que estás en una fila, pagando en una tienda. Cuando el cajero te devuelve tu cambio, pasas demasiado tiempo contándolo. El cliente detrás de ti se impacienta y te da palmaditas en el hombro.En este contexto, no quieren tu atención; te están pidiendo que termines el trabajo y te vayas.
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Apreciación
Mientras que recibir una palmadita en la espalda es un gesto común que señala “Bien hecho”, palmear el hombro de alguien a menudo transmite el mismo significado. Lo hace un superior a su subordinado.Por ejemplo, un jefe puede palmear el hombro de su empleado que ha hecho un trabajo espléndido.
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Intimidad y afecto
Cuando alguien cercano a ti te da palmaditas en el hombro, a menudo es una señal de intimidad, simpatía y afecto. Permitimos voluntariamente que las personas cercanas a nosotros invadan nuestro espacio personal y nos toquen. -
Una excusa para tocar
En los lugares de trabajo, palmear el hombro de alguien puede ser una buena excusa para tocar a alguien. Los jefes pueden salirse fácilmente con la suya porque parece que se preocupan o aprecian a sus empleados.
Descansar la mano en el Hombro
A veces, una persona va un paso más allá de las palmaditas y descansa su mano en tu hombro. Este ha de ser, por lejos, uno de los gestos de lenguaje corporal más molestos.
Primero que todo, la persona parece haber invadido permanentemente tu espacio personal. Te sientes atado a ellos ya que tu movimiento está restringido.
Todos hemos tenido un amigo así. Estás hablando con ellos y de repente apoyan su mano en tu hombro.
Pueden hacerlo por afecto, pero los hace ver inseguros y necesitados, como si estuvieran comunicando: “¡Miren gente! Tengo un amigo.”
Cuando apoyamos nuestros miembros en algún objeto o espacio, estamos comunicando posesión sobre ese objeto o espacio. Por ejemplo, las personas se apoyan en sus autos al tomar fotos. Otro ejemplo sería los jefes estirando las piernas sobre sus mesas.
Entonces, cuando un amigo o conocido apoya su mano en tu hombro, están comunicando: “Te pertenezco.”
Te hace sentir como si fueras un objeto o una mascota y ellos fueran tus dueños.
Para romper este gesto sin parecer grosero, sugiero encontrar una excusa válida para moverte o irte. Tal como recoger algo del suelo o saludar a otro amigo.
Vaya, podrías dejar caer deliberadamente un objeto que estés sosteniendo y luego inclinarte para recogerlo, rompiendo el gesto.
De Dominante a Afectuoso a Espeluznante
Una vez tuve un empleador que tenía este extraño hábito de apoyar sus manos en mis hombros. Luego apretaba y daba palmaditas en mis hombros con fuerza. Por cierto, lo hacía con todos los demás empleados masculinos por alguna razón.
Es una de las experiencias más extrañas que he tenido. Recuerdo sentir un cóctel de emociones cuando era sometido a este tormento.
Antes de hacerlo, siempre preguntaba: “¿Cómo va el trabajo?”
No era un gesto de aprecio porque el trabajo aún no estaba terminado, obviamente. Claramente era un gesto de dominación. El apretón fuerte y las palmaditas comunicaban: “Tengo poder y control significativos sobre ti.”
Pero como el gesto era demasiado físico e invasivo, también parecía como si estuvieran tratando de ser amigables y cálidos. ¿Sabes, como los hombres a menudo se relacionan golpeándose entre sí?
En resumen, fue un comportamiento muy poco profesional y espeluznante. Todos los demás empleados masculinos estaban visiblemente incómodos cuando eran sometidos a este comportamiento. Sus expresiones faciales y movimientos corporales gritaban: “¡Quítate de encima! ¿Qué te pasa?”
¿Qué piensas sobre los golpecitos en el hombro? ¿Alguna vez has recibido uno que te hizo sentir de cierta manera? ¡Comparte tus experiencias!