Hace poco me encontré con un concepto fascinante y bastante revelador: *la respuesta del cervatillo. Decidí profundizar en este tema y lo que hallé es algo que creo que todos deberíamos saber. Quiero compartirlo con ustedes.
La respuesta del cervatillo se refiere a esa tendencia a abandonar constantemente nuestras propias necesidades para servir a los demás, con el fin de evitar conflictos, críticas o desaprobaciones. Es lo que comúnmente se llama la respuesta de “complacer y apaciguar”, y está asociada con la complacencia y la codependencia.
Imagínense esto: están en una reunión familiar y, aunque les apetece un tipo de comida, terminan cediendo a las preferencias de los demás para mantener la paz. O tal vez, en el trabajo, se encuentran diciendo “sí” a tareas adicionales, a pesar de que su carga ya es abrumadora. Estos son ejemplos clásicos de la respuesta del cervatillo en acción.
El cervatillo, un venado joven o ciervo pequeño y sin cuernos
Según Pete Walker, un renombrado experto en el tema, las personas que exhiben este tipo de comportamiento buscan seguridad fusionándose con los deseos, necesidades y demandas de los demás. Actúan como si inconscientemente creyeran que el precio de entrada a cualquier relación es el sacrificio de todas sus necesidades, derechos, preferencias y límites.
Pero, ¿por qué alguien caería en esta respuesta? Una investigación de 2020 encontró que el trauma puede impactar rasgos de personalidad como la amabilidad, la emocionalidad y el neuroticismo, cualidades que influyen en cómo nos relacionamos con los demás.
4 Respuestas Comunes al Trauma:
• Luchar. Tienes una respuesta agresiva al miedo.
• Volar. Cuando tbuscas escaparte, física o mentalmente de la situación.
• Congelarse. Te disocias de la situación, te sientes desapegado de tu cuerpo como un observador externo.
• De cervatillo. Puede parecerte natural aceptar el abuso y halagar o tratar de manipular a la persona que está abusando de ti en un esfuerzo por detenerlo. Es posible que te sientas incapaz de afirmarte o salir de la relación perturbadora.
Específicamente, un estudio publicado en el Journal of Personality and Individual Differences encontró una relación entre el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y cómo una persona maneja el estrés, lo que podría llevar a adaptar la personalidad para atender a un ser querido, a menudo a expensas de uno mismo.
El trauma suele estar en la raíz de la respuesta del cervatillo. Investigaciones han demostrado que la codependencia puede desarrollarse cuando un niño crece en un ambiente basado en la vergüenza y cuando ha tenido que asumir algunos roles parentales, conocido como parentificación.
Lo que complica aún más este comportamiento es que puede estar influenciado por varios factores, incluidos el género, la sexualidad, la cultura y la raza, lo que significa que no se manifiesta igual en todas las personas.
Los signos de la respuesta del cervatillo pueden incluir sofocar las propias necesidades, encontrar desafiante la expresión auténtica de uno mismo, pasar desapercibido, tener dificultades para decir “no”, disculparse en exceso y asumir la responsabilidad de las reacciones emocionales de los demás, entre otros.
La buena noticia es que la recuperación de respuestas traumáticas como la del cervatillo es posible. Tomar conciencia de los patrones, educarse sobre el comportamiento, validar las experiencias y sentimientos, y construir relaciones saludables son pasos hacia la libertad respecto a la complacencia y los comportamientos codependientes.
Me encantaría escuchar sus pensamientos y experiencias relacionadas con este tema. ¿Alguno de ustedes se ha encontrado en situaciones donde ha prevalecido la respuesta del cervatillo? ¿Cómo lo han enfrentado o superado?
Unámonos en esta conversación y ayudémonos mutuamente a crecer y a entender mejor los complejos mecanismos de nuestras interacciones humanas. ¡Espero sus respuestas!