Conversaciones de Coaching: Ejemplos para Mejorar tus Sesiones

Quería compartir con ustedes algunas ideas y consejos sobre cómo planificar y estructurar nuestras sesiones de coaching. Este es un tema que me apasiona mucho y espero que esta información les sea útil en su práctica profesional. ¡Espero que lo disfruten y les sea de gran ayuda!


Ideas para un Coaching Efectivo

Como profesionales, puede que no siempre consideremos nuestra forma de preparar las sesiones como planificación, ya que es algo que hacemos de manera natural. Sin embargo, planificar y tener un esquema general de la conversación que tendrás con tu coachee son piezas esenciales para guiarlos a alcanzar sus metas.

Este artículo te proporcionará varias ideas sobre cómo estructurar tus sesiones de coaching, consejos útiles para planificar tus sesiones y ejemplos específicos de conversaciones de coaching exitosas.

Cómo Estructurar tu Sesión de Coaching

Estructurar las sesiones de coaching es beneficioso para los clientes y proporciona al coach un esquema claro para mantenerse organizado y enfocado en lograr los objetivos del cliente. Uno de los modelos más conocidos utilizados en varios tipos de coaching es el modelo GROW (Whitmore, 1988). Nuestro artículo sobre el Modelo de Coaching GROW proporciona un esquema de este popular modelo, así como una selección de herramientas y técnicas de coaching para integrar en tu práctica.

Aunque tener estructura es importante, también es esencial entender cómo la estructura del coaching beneficia tanto a ti como a tu cliente. Una de las formas más efectivas de hacer esto es mediante preguntas.

Hacer buenas preguntas de coaching es el corazón del coaching efectivo, independientemente del modelo que el coach utilice. Todos los enfoques de coaching utilizan preguntas de diversas formas para ayudar a descubrir procesos de pensamiento individuales (McMahon, 2021). El coach puede estimular el pensamiento y convertir ideas en acciones utilizando cinco preguntas clave (Barlow, 2005). Las cinco preguntas se pueden hacer en orden, basadas en las dificultades y temas que el coachee quiere discutir, ya que el objetivo final es llevarlos a donde necesitan ir.

  1. ¿Dónde has estado? Pregunta al cliente sobre su historia, como educación, experiencia laboral previa o incluso sus experiencias personales que lo han llevado a este punto. Esto construye una buena relación y crea un espacio para que el coachee se sienta cómodo. Al establecer una historia, pueden identificar dónde quieren ir en el futuro.
  2. ¿Dónde estás ahora? Explorar la situación actual es clave para entender por qué y cómo el coachee quiere involucrarse en la mejora personal. Esto también se puede hacer preguntándole al cliente sobre su estado mental general (es decir, qué está pensando y sintiendo; Nawalka, 2020). Al entender su trayectoria y de dónde vienen, el coach puede satisfacer mejor las necesidades del cliente.
  3. ¿Dónde quieres llegar? Una vez explorada la situación actual, esta pregunta puede ayudar al coachee a visualizar lo que quiere lograr. También consideramos que este es el punto de inflexión de la sesión, donde el coach debe estar más presente, involucrando al cliente en preguntas que lo obliguen a salir de su zona de confort y crear el cambio interno que necesitan para avanzar (Nawalka, 2020).Las preguntas poderosas son abiertas y no pueden ser respondidas con un simple “sí” o “no”. Una forma de hacer preguntas abiertas es comenzar con una de las siguientes declaraciones (Evercoach, 2020):
  • ¿Por qué?
  • ¿Cómo?
  • ¿Qué piensas sobre…?
  • Cuéntame más sobre…Hacer preguntas abiertas guía a los coachees a llegar a realizaciones por sí mismos, en lugar de hacia la respuesta que crees que deberían buscar.Mucho puede suceder en el silencio entre las preguntas que tú (el coach) estás haciendo y las respuestas del coachee, ya que están procesando lo que les estás preguntando y haciendo conexiones dentro de su subconsciente (Evercoach, 2020).
  1. ¿Cómo llegarás allí? Después de identificar dónde quieren estar, el coachee puede tener problemas para averiguar cómo quieren llegar allí. A menudo, es cuando el aprendiz realmente quiere consejo del coach, pero puede ser asistido para pensar en las alternativas y opciones que podrían usar.Pasar por cada opción o jugar con los escenarios plausibles les ayuda a seleccionar el enfoque de asesoramiento con el que se sienten más cómodos (Barlow, 2005). Alternativamente, el coachee puede optar por jugar con la opción más arriesgada primero como ensayo con su coach, para que puedan desarrollar el valor para salir de su zona de confort y alcanzar sus objetivos utilizando un método que quizás no hayan considerado antes.
  2. ¿Cómo sabrás que has llegado? Este último paso pide al aprendiz que examine cómo mediría su aprendizaje y decida si ha alcanzado los objetivos de aprendizaje que se ha fijado. También puede ayudar a clarificar qué acciones tomar y el método que usarán (Barlow, 2005).Esta sección final también se refiere como la “conclusión”, donde el coachee puede reflexionar sobre lo que necesita hacer a continuación y si aprendió o descubrió algo nuevo durante la sesión (Evercoach, 2020). Si el coachee tiene dificultades para identificar algo concreto, también puede reflexionar sobre cómo se siente después de la sesión, ya que esto seguirá siendo útil para avanzar.

Planificación de tus Sesiones

Cuando planifiques tus sesiones, es importante entender primero las necesidades del coachee. Para lograr esto, el coach debe estructurar la primera sesión en torno al desarrollo de una conexión con su coachee. Aunque es importante priorizar los objetivos del coachee, es difícil entender sus objetivos sin hacerlos sentir emocionalmente cómodos. Las preguntas de “¿dónde has estado?” y “¿dónde estás ahora?” del modelo de Barlow (2005) son buenas preguntas para establecer una línea de base.

Una estrategia que los coaches pueden usar para ayudar a clarificar los objetivos de sus clientes es invitarles a completar un breve cuestionario estandarizado antes de su primera sesión de coaching. Esto puede dar a los clientes el espacio para considerar cuidadosamente sus metas de coaching sin el temor de ser juzgados o la distracción de cualquier ansiedad o nerviosismo sobre su primera sesión.

Quenza es una gran herramienta para este trabajo. Presenta un simple constructor de actividades de arrastrar y soltar que permite a los coaches diseñar una variedad de cuestionarios y actividades que los clientes pueden completar en sus dispositivos móviles. Usando la herramienta, los coaches también pueden diseñar encuestas de seguimiento para completar a lo largo de la relación de coaching. Estas pueden dar a los clientes la oportunidad de expresar cómo sienten que están progresando hacia sus metas, proporcionar retroalimentación o indicar lo que les gustaría discutir en sus próximas sesiones.

Después de establecer una comprensión de las motivaciones del coachee, es momento de entender cada meta y trabajar en cómo el coachee logrará alcanzarlas. Las metas proporcionan una base para la planificación, pautas para la toma de decisiones y justificación para las acciones tomadas. Vale la pena enfatizar que la realización de la meta del coachee a menudo consiste en acciones particulares que requieren comportamientos particulares (Dolot, 2017).

Las metas se pueden establecer utilizando una variedad de teorías y metodologías de establecimiento de metas, dependiendo de lo que tu coachee quiera trabajar. Nuestro artículo sobre establecimiento de metas tiene 20 plantillas que puedes explorar y usar al ayudar al coachee a identificar y desglosar sus objetivos.

Ejemplos de una Sesión de Coaching y Conversación

Cuando estructures o determines el tiempo de una sesión de coaching, es importante asegurarte de que dejas suficiente tiempo para que el coachee se sitúe, participe en un trabajo significativo y luego concluya la sesión mientras lo que han aprendido aún está fresco en su mente. Esto plantea la pregunta, ¿cuánto tiempo deben durar tus sesiones de coaching?

La respuesta es que el tiempo es variable, dependiendo de los objetivos de tu coachee y cómo trabajan mejor. Mientras que algunas personas podrían trabajar mejor bajo presión y prosperar en una sesión de 10 a 20 minutos, otras podrían necesitar de 60 a 90 minutos para profundizar en sus respuestas. Independientemente de cuánto tiempo dure tu sesión de coaching, la mayor parte de la sesión debe centrarse en explorar cómo tu coachee logrará los objetivos que ha identificado.

A continuación, se muestra un ejemplo de cómo podría materializarse una conversación de coaching, utilizando las técnicas de coaching que se han descrito en este artículo.

Ejemplo de calentamiento de una sesión

Coach: Hola ____. ¿Cómo estás hoy?

Coachee: Hola. Estoy bien, gracias ¿y tú?

Coach: Estoy bien. ¿Cómo ha ido tu semana?

El coachee responde. 2-3 minutos de conversación neutral.

Coach: Genial. Me gustaría que empezaras la sesión de hoy pensando en dónde has estado. Piensa en la conversación que acabas de tener conmigo sobre esta semana para empezar. Da un minuto para que el cliente reflexione.

Coachee: Espera… ¿cómo se relaciona pensar en dónde he estado esta semana con el establecimiento de metas?

Coach: ¿Cómo crees que podría relacionarse? Da un minuto para que el cliente responda. Ahora, me gustaría que identificases algo que podría haber mejorado esta semana. Piensa en lo que podría haber mejorado y cómo te gustaría haberlo visto materializarse. Deja que el cliente responda.

Coach: Genial. Este ejercicio estaba destinado a ayudarte a usar un evento reciente en tu memoria para ayudarte a pasar por el proceso de identificar el evento y lo que te gustaría haber visto mejorar. Ahora, apliquemos este mismo ejercicio a un área más amplia donde te gustaría ver una mejora. Empieza por identificar el área donde te gustaría ver una mejora y lo que te gustaría ver cambiar.

Después de esta actividad introductoria, el coach puede continuar discutiendo los objetivos o metas con el coachee. La mayor parte de la sesión debe centrarse en desglosar cada meta y guiar, en lugar de dirigir, al coachee hacia una solución.

A continuación, se muestra un ejemplo de cómo involucrar al coachee en este tipo de diálogo.

Cómo guiar a tu coachee

Coachee: Una de mis metas es obtener un ascenso dentro de este año calendario. ¿Tienes algún consejo o recomendación sobre cómo hacerlo más rápidamente?

Coach: De acuerdo… entonces desglosémoslo. Quieres obtener un ascenso en el próximo año. Eso suena como una meta bastante significativa.

Coachee: Sí, pero es realmente difícil obtener un ascenso en mi departamento.

Coach: ¿Crees que sería más útil desglosar este objetivo en metas más pequeñas y manejables?

Coachee: ¿Por qué haría eso?

Coach: A veces, metas más grandes como la que mencionaste pueden ser intimidantes. Al desglosar este ascenso en un proceso paso a paso, puede ayudarte a planificar mejor lo que necesitas hacer para lograr esta meta.

Coachee: De acuerdo… bueno, supongo que necesito empezar teniendo una conversación con mi jefe.

Coach: De acuerdo. ¿Cómo crees que debería ser esa conversación?

El coach luego guiaría al coachee a través de esta meta, utilizando preguntas orientadoras como “¿cómo crees…?” o “¿crees que sería más útil…?” Esto obliga al coachee a examinar cómo abordarían una situación.

Aunque sugerir que el coachee desglose las cosas en partes más pequeñas puede interpretarse como directivo, establecer metas específicas conduce a un coaching más efectivo (Coaching Research Institute, 2013). Por lo tanto, esto se considera una parte importante del coaching, ya que permite que el proceso surta efecto.

Preguntas para Hacer a tus Clientes

Cuando haces preguntas en una sesión de coaching, no se trata de qué pregunta haces, sino de cómo la haces. Las preguntas poderosas son abiertas y se hacen con verdadera intención. Una de las formas más efectivas de entender las intenciones del coachee es preguntar cómo y por qué, enmarcando las preguntas en torno al propósito o intención que están persiguiendo.

Al mantener las preguntas abiertas, estás permitiendo que tu coachee piense más sobre el significado de sus objetivos y entienda los pasos que necesitan tomar para lograrlos, lo cual es fundamental para entender el proceso de mejora personal.

Conclusión

Planificar tus vacaciones familiares implica conocer la ruta, las paradas y el destino. De manera similar, planificar y estructurar tus sesiones de coaching implica conocer el pasado, el presente y las metas futuras de tu coachee. Al hacer las preguntas correctas y guiar la conversación de manera efectiva, puedes ayudar a tu coachee a alcanzar sus objetivos y realizar cambios duraderos en sus vidas.


Espero que esta información les haya sido útil y que puedan aplicar estas técnicas y consejos en sus propias sesiones de coaching.

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Una idea más: busca entornos de bajo riesgo para practicar, es decir, lugares donde puedas hablar con la gente sin preocuparte demasiado si la conversación no fluye.

Por ejemplo, yo converso con la persona que se sienta a mi lado en el avión (¡lo hice durante todo un vuelo, dos veces! La conversación más exitosa fue cuando le pregunté a un chico de unos 25 años sobre su universidad y las ventajas profesionales de su carrera, que era negocios). También puedes conversar con la gente mientras esperas en el aeropuerto. En el trabajo, por ejemplo, hay mucho más que perder, ya que ciertas conversaciones podrían ser temas delicados.

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No me malinterpretes: esta es una guía realmente útil y genial, pero… da un poco de pena que haya que prestar tanta atención o al menos pensar en tantas variables para poder hablar con éxito con otro ser humano :confused: