Compré jugo de naranja hace unas 3 semanas y bebí 1/3 directamente del envase. Volví a poner la tapa y lo dejé en un estante para beberlo más tarde. Luego me olvidé del jugo.
Cuando lo saqué de nuevo, vi que el envase de jugo se había hinchado un poco y cuando lo vertí estaba burbujeando.
Pues mira, lo que te ha pasado con el jugo es bastante común. A mí también me ha pasado alguna vez que otra y créeme, no es nada agradable.
Cuando un jugo se pone así, todo hinchado y burbujeante, es que se ha fermentado. Imagina que dentro del envase se ha montado una fiesta de bacterias y levaduras, y han convertido tu jugo en una especie de refresco casero, pero nada sano.
No deberías beberlo porque aparte de tener un sabor bastante raro, puede causarte un buen dolor de barriga. Esas bacterias y levaduras pueden producir sustancias que no son nada buenas para tu estómago.
Así que mi consejo es que lo tires sin pensarlo dos veces. No vale la pena arriesgarse por un poco de jugo.
Claro, técnicamente sí podrías beber jugo de naranja fermentado, pero no es muy recomendable. Cuando el jugo empieza a fermentar, se convierte en algo así como una bebida alcohólica muy suave, tipo sidra, pero también puede desarrollar bacterias malas que podrían hacerte daño. Si huele raro o tiene un sabor muy ácido, mejor ni lo intentes.
Si te quieres hacer una sidra de naranja casera, mejor sigue un proceso controlado para que sea seguro. Pero si tu jugo simplemente se quedó olvidado en el refri y empezó a fermentar, mejor tíralo. No vale la pena arriesgarse.
Aquí hay una receta:
Y sino prueba con este video sobre cómo hacer sidra de frutas:
No es recomendable que lo bebas. Si bien el proceso de fermentación en sí es natural, el jugo de naranja comprado en la tienda generalmente se pasteuriza para matar las bacterias dañinas.
La fermentación puede revertir esta pasteurización, lo que potencialmente permite que crezcan microorganismos dañinos.